Xina, m’emporto molt bons records. Retrobar-me amb en Pau a Shanghai, els recorreguts entre les magnífiques muntanyes de la zona de Guangxi, la tranquil.litat i bon ambient de Kunming, els guerrers de terracota i el barri musulmà de Xi’an, la Gran Muralla i tantes coses de Beijing. I encara hi queden tantes coses per veure... En Dani voldria tornar a visitar-lo ja, però jo, personalment, deixaré passar una mica de temps abans que torni a passar per aquest país.
El punt més fluix del viatge ha estat sens dubte les nits del creuer pel Iangtsé, pensàvem trobar més guerra. Les altes temperatures també ens van incomodar molt a l’inici, però a aquestes altures ja ens hi hem fet.
Ja no ens queda més que encabir-ho tot dins les maletes,
Zàijiàn!
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Se acaban las vacaciones. Se acaba nuestro viaje. Se acaba la descubierta de este país que tanta intranquilidad me había producido en un inicio, pero que se ha revelado como un país asequible y sin grandes problemas a la hora de visitarlo.
China, me llevo muy buenos recuerdos. Reencontrarme con Pau en Shanghai, los recorridos entre las magníficas montañas de la zona de Guangxi, la tranquilidad y buen ambiente de Kunming, los guerreros de terracota y el barrio musulmán de Xi'an, la Gran Muralla y tantas cosas de Beijing. Y todavía queda tanto por ver... Dani querría regresar a visitarlo ya, pero yo, personalmente, dejaré pasar un poco de tiempo antes de que vuelva a visitar este país.
El punto más flojo del viaje ha estado sin lugar a duda las noches del crucero por el Yangtsé, pensábamos encontrar más guerra. Las altas temperaturas también nos incomodaron mucho al inicio, pero a estas alturas ya nos hemos acostumbrado.
Ya no nos queda más que meterlo todo dentro de las maletas, hecho en que para Dani siempre es una gran perturbación, tomar un taxi y un bus y esperar en el lounge del aeropuerto a que nuestro avión despegue y nos devuelva a la realidad del día a día. Volvemos a cruzar Asia y nos despedimos de los paisajes que ya hemos visto y de otros que quizás un día decidiremos descubrir. Volvemos a casa.
Zàijiàn!
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